Diane de Poitiers, parece tener una pluma en la mano. ¿escritora moderna?, pero si es por ahi de 1530, La nana con mirada traviesa, disfruta la escena, y es que Diane mira a quien la mira a su vez. Esta pensando en lo que va a escribir con su bolígrafo del siglo XX. Algo picaresco seguramente, sus senos la delatan. Y que nos lo diga, el blanco unicornio, que se encuentra atrás de la muchacha que sostiene la jarra de agua, quien seguramente está entibiando el agua para el baño que esta tomando Diane. Además, un pequeño ladrón, pizca las uvas probablemente su hijo, Sebastián. Senos en tres planos. Leche, vino y amor. (p: Francois Clouet)
Provocativa pintura, parsimonia. Múltiples planos, todos congruentes. El primero no lo vemos, está fuera del cuadro, ahí fijan la mirada la nana y Diane, el segundo es la esplendida dama en la tina con la fruta , a continuación El pequeño Sebastián lleva nuestra mirada a la nana amamantadora, y atrás descubrimos a la asistente calentado el agua del baño. EL unicornio, en el punto mas alejado, pero da el tinte fantástico, (muy importante) casi en lo que podíamos llamar el horizonte, de esta perfecta composición. Y por no dejar, un plano mas, el menos importante, pero que marca el exterior que asoma por la ventana